El corpulento y velludo camionero de la empresa maderera, que siempre bromea a gritos con el bueno de su amigo y compañero de trabajo Edmond Pike (Trapalanda) mientras mantiene los brazos en jara y arroja sin reparo las colillas de sus puros en medio del monte.
Siempre habla de su mujer y de su innumerable prole, sin acertar núnca en el número correcto de hijos, que fluctúan arriba y abajo en cada intervención.
Habla con voz ronca, y apenas tiene los estudios primarios.