Un maorí cincuentón antiguo chaman de su tribu que ha sido cristianizado y traído a occidente para terminar su formación como misionero. Es un hombre muy respetado en su tribu por su posición, de ahí la importancia de su adecuada formación cristiana, ya que lo que él haga será seguido por toda su tribu a su vuelta.
Pese a que sus gastos básicos los cubre la congregación, puede estar en el grupo de ocultistas para ganar algún dinero fácil para sus gastos extra. Cuando uno llega a la civilización, siempre encuentra algo en que gastar algún ingreso extra…
Viste como un occidental con traje y bombín. Ahora es un hombre civilizado, al menos de tobillos para arriba. Va siempre descalzo (tiene los pies curtidos) porque no existen zapatos de su talla, debido a su gigantismo y a unos pies dados de sí después de una vida de no usar calzado.
+1 a tiradas de gordura
Esta mujer (si, pese a las dudas iniciales que siempre parece suscitar, es en efecto una mujer) de pocos escrúpulos, se dedica a fingir que habla con los muertos, para sacar dinero a sus familiares.
Pese a que es americana, imposta un acento francés muy forzado. Le da lo mismo no engañar a muchos. Lo que le importa es engañar a los que pagan.
Un hombre que no teme actuar con contundencia, pese a que detesta que la gente le toque. Comunicativo y extrovertido, siempre pendiente de oportunidades que le ayuden a salir adelante, mirando con su alrededor con una mirada extraña y desasosegante.